El
nuevo trampero no lleva cepo ni liga, se trata de una versión moderna, más
técnica y civilizada, del histórico y montaraz antecesor. En el siguiente
artículo les explicamos en que ha cambiado la figura trascendental del
alimañero y cuales son sus cualidades indispensables.
Texto: Eduardo Pompa.
Desde hace miles de años el hombre,
como un predador más, ha convivido junto a las demás especies animales pero no
siempre en equilibrio ni ajeno a ellas. Es más, hemos intervenido en muchos de
los procesos evolutivos unas veces de manera más acertada que otra. En las
últimas décadas, el carácter predador del ser humando, ha determinado que
algunas de nuestras especies llegaran casi a la extinción, en beneficio de
otras que han corrido mejor suerte. Desde la Edad Media hasta
mediados del Siglo XX se utilizaron lazos, cepos, ligas, etc. con tal de obtener
el dinero que diferentes ayuntamientos ofrecían por la captura de lo que se
denominaba alimañas.
Ahora corren otros tiempos y a nadie,
o a muy pocos, les es necesario cazar para comer. Cada día los cazadores
estamos más preparados y entendemos que una excesiva presión sobre aquellas
especies que antaño se denominaron “dañinas”, hoy en día más necesarias que
nunca, tan solo nos llevará a un irremediable fracaso. Por tanto, debería estar
de más decir que debemos de tener especial cuidado en el control de sus
poblaciones.
Nuevo perfil
Las figuras recientemente creadas de
Especialista en Control de Predadores y Trampero son más de lo mismo. Está
claro que no hemos inventado nada nuevo, pero sí tienen algunas
particularidades que les contamos a continuación:
La figura del nuevo trampero es la de
un verdadero profesional de la materia. Además de los conocimientos generales
sobre flora y fauna se incluye el de bienestar animal. Hoy en día utilizamos
lazos con freno, trampas tipo Collarum o Belisle y un sin fin de artilugios más
donde la tónica general es la de capturar predadores vivos procurando
provocarles el menor estrés y daño posible.
También conoce aparatos y trampas
homologadas, así como su utilización; y deberá de tener en cuenta el protocolo
a utilizar en el caso de capturar una especie no objetivo.
Se caracteriza por ser cazador
paciente, de hábitos nocturnos y en ocasiones intempestivos en pos del éxito de
la captura.
Marco legislativo
Uno de los conceptos que el alimañero
de hoy en día deberá de tener más en cuenta es el legislativo. Entre las normas
autonómicas que contemplan la nueva figura de Especialista en Control de
Predadores debemos significar las de Castilla y León (Ley 4/1996 de Caza de 12
de julio de 1996 Art. 50) y Andalucía (Decreto 182/2005 de 26 de julio de 2005
por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la caza Art. 63), a las
que recientemente se ha unido Castilla la Mancha que será la primera Comunidad Autónoma que
regule de forma oficial la figura del “Trampero”, cuya labor será controlar la población
de determinados predadores, como zorros y perros errantes.
Generalmente en la mayoría de las
Comunidades Autónomas se autorizan cajas trampa, lazos con freno y esperas con
arma de fuego para reducir el número de predadores de nuestros cotos. La tónica
general suele ser la de autorizar a los propios cazadores, no obstante parece
ser que la intención es la de crear nuevos especialistas que se encarguen de
ello.
El especialista
Además de los guardas de caza y campo,
los Especialistas en Control de Predadores, serán las únicas personas
autorizadas para dirigir los equipos de cazadores a la hora de controlar el
impacto de predadores en las diferentes épocas del año.
De momento solo se está haciendo uso
de ellos de una manera supletoria, dejando actuar a los propios cazadores como
verdaderos gestores de sus cotos.
Importancia de los
depredadores
Lo normal en esta sociedad que nos
rodea es hacer caso de aquello que por costumbre se ha dicho que era cierto sin
preguntarse si en realidad lo era. Partimos de prejuicios asumidos como reglas
y no nos damos cuenta del error. Dentro de nuestro propio sector, existe una
parte con tendencia a expresar laceradas acusaciones en contra de los
predadores. Pocas especies han enfrentado un odio tan cruento por parte de
algunos como ellos.
Tenemos que tener claro que los
grandes depredadores son los únicos elementos que hacen falta en el sistema.
Desde hace tiempo los biólogos saben
que los depredadores controlan las poblaciones de los animales que les sirven
de presas, pero estudios recientes revelan que su aporte es mucho mayor: desde
el control de depredadores más pequeños hasta la protección contra la erosión
de bancos ribereños y la generación de zonas de concentración de nutrientes.
Por todo ello entendemos que no debería ser necesario obtener un título
universitario para poder controlar predadores, ni mucho menos, pero si tener
unos conocimientos mínimos que aseguren una buena gestión. Si quieren ser
nuevos “alimañeros”, prepárense para hacerlo bien que el oficio es complicado.
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