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viernes, 7 de febrero de 2014

NUEVOS "ALIMAÑEROS"

El nuevo trampero no lleva cepo ni liga, se trata de una versión moderna, más técnica y civilizada, del histórico y montaraz antecesor. En el siguiente artículo les explicamos en que ha cambiado la figura trascendental del alimañero y cuales son sus cualidades indispensables.

Texto: Eduardo Pompa.


Desde hace miles de años el hombre, como un predador más, ha convivido junto a las demás especies animales pero no siempre en equilibrio ni ajeno a ellas. Es más, hemos intervenido en muchos de los procesos evolutivos unas veces de manera más acertada que otra. En las últimas décadas, el carácter predador del ser humando, ha determinado que algunas de nuestras especies llegaran casi a la extinción, en beneficio de otras que han corrido mejor suerte. Desde la Edad Media hasta mediados del Siglo XX se utilizaron lazos, cepos, ligas, etc. con tal de obtener el dinero que diferentes ayuntamientos ofrecían por la captura de lo que se denominaba alimañas.
Ahora corren otros tiempos y a nadie, o a muy pocos, les es necesario cazar para comer. Cada día los cazadores estamos más preparados y entendemos que una excesiva presión sobre aquellas especies que antaño se denominaron “dañinas”, hoy en día más necesarias que nunca, tan solo nos llevará a un irremediable fracaso. Por tanto, debería estar de más decir que debemos de tener especial cuidado en el control de sus poblaciones.

Nuevo perfil

Las figuras recientemente creadas de Especialista en Control de Predadores y Trampero son más de lo mismo. Está claro que no hemos inventado nada nuevo, pero sí tienen algunas particularidades que les contamos a continuación:

La figura del nuevo trampero es la de un verdadero profesional de la materia. Además de los conocimientos generales sobre flora y fauna se incluye el de bienestar animal. Hoy en día utilizamos lazos con freno, trampas tipo Collarum o Belisle y un sin fin de artilugios más donde la tónica general es la de capturar predadores vivos procurando provocarles el menor estrés y daño posible.
También conoce aparatos y trampas homologadas, así como su utilización; y deberá de tener en cuenta el protocolo a utilizar en el caso de capturar una especie no objetivo.
Se caracteriza por ser cazador paciente, de hábitos nocturnos y en ocasiones intempestivos en pos del éxito de la captura.

Marco legislativo

Uno de los conceptos que el alimañero de hoy en día deberá de tener más en cuenta es el legislativo. Entre las normas autonómicas que contemplan la nueva figura de Especialista en Control de Predadores debemos significar las de Castilla y León (Ley 4/1996 de Caza de 12 de julio de 1996 Art. 50) y Andalucía (Decreto 182/2005 de 26 de julio de 2005 por el que se aprueba el Reglamento de Ordenación de la caza Art. 63), a las que recientemente se ha unido Castilla la Mancha que será la primera Comunidad Autónoma que regule de forma oficial la figura del “Trampero”, cuya labor será controlar la población de determinados predadores, como zorros y perros errantes.
Generalmente en la mayoría de las Comunidades Autónomas se autorizan cajas trampa, lazos con freno y esperas con arma de fuego para reducir el número de predadores de nuestros cotos. La tónica general suele ser la de autorizar a los propios cazadores, no obstante parece ser que la intención es la de crear nuevos especialistas que se encarguen de ello.

El especialista

Además de los guardas de caza y campo, los Especialistas en Control de Predadores, serán las únicas personas autorizadas para dirigir los equipos de cazadores a la hora de controlar el impacto de predadores en las diferentes épocas del año.
De momento solo se está haciendo uso de ellos de una manera supletoria, dejando actuar a los propios cazadores como verdaderos gestores de sus cotos.

Importancia de los depredadores

Lo normal en esta sociedad que nos rodea es hacer caso de aquello que por costumbre se ha dicho que era cierto sin preguntarse si en realidad lo era. Partimos de prejuicios asumidos como reglas y no nos damos cuenta del error. Dentro de nuestro propio sector, existe una parte con tendencia a expresar laceradas acusaciones en contra de los predadores. Pocas especies han enfrentado un odio tan cruento por parte de algunos como ellos.
Tenemos que tener claro que los grandes depredadores son los únicos elementos que hacen falta en el sistema.
Desde hace tiempo los biólogos saben que los depredadores controlan las poblaciones de los animales que les sirven de presas, pero estudios recientes revelan que su aporte es mucho mayor: desde el control de depredadores más pequeños hasta la protección contra la erosión de bancos ribereños y la generación de zonas de concentración de nutrientes.
Por todo ello entendemos que no debería ser necesario obtener un título universitario para poder controlar predadores, ni mucho menos, pero si tener unos conocimientos mínimos que aseguren una buena gestión. Si quieren ser nuevos “alimañeros”, prepárense para hacerlo bien que el oficio es complicado.